Primero que nada, esta película NO es para menores y mucho menos para personas impresionables o con mentes cerradas. Tiene escenas bastante fuertes que no son para todo el mundo. Independientemente de esto, es una muy buena película digna de ser vista por todo el que cumpla con los requisitos anteriores.

A diferencia de muchs otras películas que tratan de alguna adicción, generalmente a las drogas o al acohol, en Shame el personaje principal Brandon, interpretado por Michael Fassbender, es adicto al sexo. La película muestra el día a día de Brandon, quien se pasa cada momento que no esté trabajando involucrado algun tipo de actividad sexual, sea solo o acompañado. Shame, para mi, es una película bastante deprimente pues puedes notar como Brandon pasa todo su tiempo triste, enojado o deprimido y la única salida que el conoce es el sexo.

Su mundo se vuelve aún más complicado con la llegada, totalmente inesperada, de su hermana Sissy, interpretada por Carey Mulligan, quien está igual de enferma (mentalmente), aunque de una forma distinta a la de su hermano. Es una cantante de cabaret que, a diferencia de su hermano, si es capaz de involucrarse emocionalmente. El problema es que se apega demasiado y por ahí llega el desorden a su vida, llevandose a su hermano con ella.

Como siempre prefiero no dar spoilers de las cosas importantes que suceden en la película, concluiré con decir que no van a salir muy felices de ella, que la historia te deja un poco en el aire porque no sabes que ha sucedido en la vida de los personajes que los ha llevado a ser así, ni sabes exactamente que sucederá con ellos. Lo que si me gustó es que fue una historia realista con problemas que si suceden y muchas personas prefieren ignorar o piensan que no son realmente problemas.

Si decides ir a verla (porque realmente vale la pena), ve con mente abierta y procura estar preparado mentalmente para la depresiva historia e inquietantes imagenes que verás.

Por Stefany Báez

Ingeniera en TIC. Soy mAhniática. Grammar Nazi que también se equivoca. Odio las impresoras y ellas me odian a mí.