Hace un par de días tuve la oportunidad de ver la película Abre los Ojos, del director Alejandro Amenábar. La trama gira en torno a un individuo que sufre un trauma psicológico que no le permite distinguir los sueños de la realidad. La película da unos giros interesantes, y constantemente nos presenta al protagonista viviendo en sueños lo que él quisiera que fuese su realidad, y viceversa.

Pensando en la crisis existencial de ese pobre individuo, me llegó a la mente nada más y nada menos que… Windows.

Resulta ser que, desde el lanzamiento de Windows 95, el “niño mimado” de Microsoft ha vivido un drama horrendo en el que cada versión exitosa es lo que la fallida versión anterior debió haber sido. De ese modo, Windows 95 fue una realidad que al final terminó siendo un sueño del cual despertamos con Windows 95 OSR2. Lo mismo pasó con Windows 98 y Windows 98SE, luego con Windows ME y Windows XP, después con Windows Vista y Windows 7, y finalmente con Windows 8/8.1 y Windows 10.

Aunque Windows 10 aún no esta disponible como producto oficial para el público en general, dado que a penas se encuentra en su versión Technical Preview (o sea, versión beta), cualquier curioso puede descargarla totalmente gratis y jugar un rato con ella.

Para los que no son muy curiosos, o no se pueden dar el lujo de sacrificar una computadora para instalar un Sistema Operativo a medio cocinar, pero de todos modos desean saber las novedades que tendremos cuando despertemos del sueño de Windows 8, aquí les presento un vistazo de Windows 10 Technical Preview.

Introducción y Antecedentes

Primero lo primero: un poco de historia. Muchas personas desconocen que las computadoras con soporte a pantallas táctiles existen desde hace décadas, pero la mayoría eran usadas por empresas y el concepto de portabilidad en esos dispositivos era completamente nulo.

Nokia fue uno de los primeros fabricantes que comenzó a desarrollar un prototipo de lo que ellos consideraban debía ser una tablet. El mismo Steve Jobs estuvo interesado en los avances de Nokia en ese rubro, pero con un peso de casi 4.5 libras, el prototipo de Nokia estaba aún muy lejos de convertirse en algo viable de comercializar.

En el 2001 Microsoft publicó un conjunto de especificaciones técnicas que debían tener ciertas computadoras portátiles para poder ejecutar la versión Tablet PC Edition de Windows XP, y a partir de ese momento, algunos fabricantes de PCs se adentraron en el mundo de las Tablet PC. Trágicamente, ninguno de ellos tuvo mucho éxito comercial. ¿La razón? Windows XP, aún teniendo soporte a pantallas táctiles, no fue diseñado para interactuar con el usuario de una manera amigable, incluso aún con la ayuda de un stylus.

Las versiones subsiguientes a XP (Vista y 7), fueron diseñadas con soporte nativo a pantallas táctiles, pero al igual que con Windows XP, el Windows Vista y el Windows 7 estaban concebidos para ser usados con teclado y mouse.

Con el lanzamiento del iPad, y la posterior adecuación de Android a las tablets, el mercado dió un giro que obligó a Microsoft a buscar una solución rápida que le permitiera insertarse en el creciente mercado de las tabletas. En medio de ese corre-corre nació Windows 8.

A pesar del buen deseo de Microsoft, y de todos los millones de dólares invertidos en sacar ese producto al mercado, Windows 8 fue un ejemplo claro de como NO hacer un sistema operativo para tablets.

iOS y Android llegaron al mercado como sistemas operativos diseñados enteramente para interactuar con el usuario a partir de una pantalla táctil. Por su parte, Windows 8 fue simplemente una máscara de Live Tiles colocada sobre una versión de Windows 7 con íconos “aplastados”. La ilusión de soporte a touchscreen era creíble, pero debajo se sentían los latidos de ventanas, íconos y textos que eran casi imposibles de manipular tocándolos con los dedos.

La actualización hacia Windows 8.1 alivió un poco esa sensación de “Houston, tenemos un problema”, pero el daño estaba hecho. El apoyo a Windows 8/8.1 no fue el esperado, y este terminó por cargar la misma cruz que cargó Windows Vista.

Asi que, Windows 10 viene al rescate.

El Mesias que no sabe contar

Microsoft ha mostrado algunos problemas al momento de contar las versiones de sus sistemas operativos. Asi que, para no entrar en muchos detalles sobre las versiones anteriores, basta con resumir que, dentro de las teorías que tratan de explicar el salto de Windows 8 a Windows 10, la mas aceptable es que un eventual Windows 9 habría traido problemas serios de compatibilidad con las aplicaciones y drivers que basan su funcionamiento en la versión de Windows. Esto es, al tratar de instalar un driver o programa diseñado para NO funcionar en Windows 95 o Windows 98 (identificados como Windows 9x), Windows 9 pudiese ser erróneamente incluido dentro de ese “Windows 9x”, y por ende, lo que queremos instalar no funcionará en lo absoluto.

Al parecer, la solución menos traumática para los usuarios y desarrolladores era saltar el numero 9 y adoptar el 10 como la versión que reemplazará a Windows 8.

En cuanto al alcance de Windows 10, MS pretende unificar las plataformas existentes en las PCs/Laptops/Tablets, Xbox One y Móbiles. Eso significa que todos los dispositivos que lleven el logo de Microsoft, estarán corriendo bajo Windows 10. Eso permitirá a los programadores crear aplicaciones que funcionarán en cualquier dispositivo sin necesidad de reescribir el código. Los primeros pasos con esta unificación se comenzaron a dar con la salida de Windows 8.1 y su contraparte de smartphones, Windows Phone 8.1. Ambas versiones soportan aplicaciones “universales”, cuyos códigos fueron escritos una vez y funcionan casi de forma transparente en una plataforma u otra.

Obviamente, dicho código debe estar adecuado a las cosas que cada dispositivo puede o no hacer. Por ejemplo, una aplicación para manejar llamadas telefónicas dentro de Windows 10 en smartphones, no será capaz de realizar esa función para un Xbox One también con Windows 10.

Para recibir la mayor cantidad posible de feedbacks, como ya mecioné al principio, MS permite que todos los usuarios registrados en el Window Insider Program (el registro es gratuito) puedan descargar el Windows 10 Technical Preview.

Cuando comencé a trabajar con este review, la versión disponible para descarga era la 9841, asi que todo lo que sigue a continuación está basado en dicha versión.

Instalación

Al menos en la versión Technical Preview, la instalación de Windows 10 es casi identica a la de Windows 8. Cabe destacar que esa versión no hace upgrades a versiones existentes de Windows. Y más aún, la instalación borra del disco duro la partición de recovery. Eso hará casi imposible la tarea de regresar el equipo a su estado original (pre-Windows 10), y una frase muy dominicana estará golpeando nuestras cabezas una y otra vez: “ay… la maqué”.

Mi recomendación personal es que usen una máquina virtual, es decir, una PC virtual ejecutándose dentro de la PC real.

En mi caso, yo usé VMWare, pero existe una opción gratuita llamada VirtualBox. Ambas aplicaciones son muy intuitivas y no requieren un PhD en Ocultismo y Magia Negra. Sin embargo, VirtualBox pudiese presentar algunos problemitas de configuración, pero si le prende una vela a San Google, usted encontrará tutoriales que le explican paso a paso como conseguir una instalación exitosa. Recomiendo este en particular: http://www.techrepublic.com/article/pro-tip-how-to-install-windows-10-technical-preview-in-virtualbox.

Es importante tomar en cuenta que una máquina virtual, aunque está basada en hardware virtual, esos recursos son emulados a partir de los recursos de la máquina física. Esto es, si su máquina física tiene 4GB de memoria y un procesador de 4 núcleos, y usted crea una máquina virtual con 2GB de memoria y 2 núcleos, el rendimiento de su máquina física se reducirá a la mitad mientras esté ejecutando la máquina virtual. Asi que, ojo con eso.

Primera impresión

Una vez que la instalación termina, se comienza a ver parte de los cambios en el comportamiento de Windows 10 versus lo que había en Windows 8.

Lo primero es que el tutorial incial para los “gestures” básicos ya no aparece. Esto se debe principalmente a que la versión de Windows 10 que instalamos no esta optimizada para touchscreen, sino para teclado y mouse. De esto conversaremos mas adelante.

Al igual que con Windows 8, Windows 10 nos dá la opción de trabajar con una cuenta creada localmente en la PC, o con nuestra cuenta de Hotmail, Outlook, Live o de cualquier otro servicio en línea de Microsoft que tengamos. En mi caso, yo usé la de Hotmail. Y notarán que es tan antigua que hasta la foto de mi perfil ha sido víctima del paso inclemente del tiempo:

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La bienvenida nos la dá un escritorio limpio y minimalista, con énfasis en iconografía plana, texturas translúcidas y colores uniformes. El Recycle Bin conserva su ícono heredado de Windows Vista, cosa que debió ser reemplazada hace mucho por Microsoft. Pero al parecer ellos no saben lo que es un fucú.

windows 10

Como ya mencioné anteriormente, esta versión beta de Windows 10 esta optimizada especialmente para ser usada con teclado y mouse. Por lo tanto el Start menu de Windows 8, concebido para pantallas táctiles, ha sido reemplazado (casi) en su totalidad por el clásico Desktop, al cual ya teníamos acceso en Windows 8, pero su rol era secundario.

Para los que se preguntan donde se fueron los Live Tiles de Windows 8, continuen leyendo y lo sabrán.

La interfaz

Aja!! Ahí estan los Live Tiles…

windows 10 tiles

Sí, damas y caballeros, el Start Menu clásico ha vuelto, y ahora combina lo mejor de ambos mundos: La comodidad de un menú adecuado para ser accesado con un mouse, y el toque moderno, práctico e informativo de los Live Tiles.

Este Start Menu posee casi las mismas opciones de configuración que las ya existentes en Windows 7. Adicional a esto, un truco muy interesante lleva las cosas a otro nivel, al agregar la posibilidad de cambiar el tamaño del menu, de la misma forma como lo haríamos con una ventana regular:

windows 10 tasks

Como mencioné en un párrafo anterior, la versión de Windows 10 que instalé esta optimizada para teclado y mouse, pero eso no significa que no se pueda instalar en una tablet. De hecho, el on-screen keyboard esta presente en la barra de tareas, listo para ser usado.

Sin embargo, aun con esta faciliad, van a encontrar muchos lugares en los que la manipulación con los dedos no resultará muy cómoda. De hecho, las ventanas de Windows 10 en sentido general no se ven muy atractivas para ser accionadas con los dedos:

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Una adición importante a la interfaz de Windows 10 es posibilidad de tener múltiples desktops:

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Task View es la respuesta de MS a una opción que ha existido desde siempre en Linux, y que ha tratado de ser implementada (sin mucho éxito) por terceros en todas las versiones de Windows que han existido desde Windows 95.

Al hacer click en Task View, aparece la opción que nos permite agregar nuevos Desktops, y tambien navegar entre los que ya tenemos creados:

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Una vez creado el nuevo Desktop, todas las ventanas que abrimos se quedaran en ese Desktop, aisladas del Desktop inicial. Para movernos entre un Desktop y otro, simplemente hacemos click nuevamente en Task View y aparecerán todos los Desktops existentes, con una vista en miniatura de las ventanas que tenemos abiertas en cada uno de ellos:

windows 10 tasks
En ese momento tambien es posible arrastrar ventanas de un Desktop a otro, o tambien se pueden eliminar Desktops. Esa ultima alternativa no cierra todas las ventanas existentes en dicho Desktop, sino que sencillamente las mueve al Desktop adyacente, combinándolas así con las demás.

Finalmente, otra opción que vale la pena mencionar es el Window Snap, que no es mas que un método de facilitar la  tarea de distribuir equitativamente (e inteligentemente) las ventanas abiertas para que dos o mas ocupen todo el espacio disponible en el Desktop. Para eso, arrastramos la primera ventana a alguno de los extremos de la pantalla. En seguida, imagenes en miniatura de las ventanas restantes aparecerán al otro lado:

windows 10 tasks 2

Al elegir cualquiera de las otras ventanas, esta se ubicará de forma automática en el espacio disponible de la pantalla:

windows 10

Aplicaciones

Windows 10 no solo es la versión de Windows que reemplazará a Windows 8/8.1, sino que tambien es la oportunidad (y el compromiso) de MS de enmendar los errores cometidos con Windows 8. Uno de esos errores es el problema de identidad que los desarrolladores y los usarios han venido enfrentando.

Recordemos que a partir de Windows XP, MS comenzó a jugar con la posibilidad de que su sistema operativo mantuviera una relación amistosa con pantallas táctiles. En ese entonces, los desarrolladores no tuvieron que enfrentar el desafío de adaptar sus aplicaciones para entrada táctil porque en realidad el puntero del mouse siempre estuvo presente. La única diferencia es que el control del mismo, en lugar de realizarse desde un mouse, se realizaba desde un lápiz óptico o un stylus sobre una pantalla resistiva.

Al pasar al control directo con los dedos (y en muchas ocaciones, hasta 10 dedos simultáneos) sobre pantallas capacitivas, la interfaz de las aplicaciones debía ser adaptada para esos fines: íconos y textos mas grandes, animaciones, gestos, simulación de inercia, etc.

Windows 8 falló al intentar combinar ambos modos de entrada, y obviamente, los desarrolladores enfrentaron retos muy serios para poder crear aplicaciones que resultaran funcionales en los dos entornos. Y ni hablar de los pobres usuarios que no sabían cuales cosas podían hacer con el mouse en aplicaciones creadas para touchscreen, o como operar aplicaciones tradicionales mediante la interacción con los dedos.

En Windows 10 (corriendo en una laptop o PC de escritorio), las aplicaciones diseñadas para touchscreen se ven y se comportan (casi) como aplicaciones tradicionales:

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Ademas de la diferencia a nivel estético y funcional de las aplicaciones no-tradicionales,  cabe destacar la presencia de tres puntos en la esquina superior izquierda de la ventana. Esos puntitos activan el Charm Bar, que en un entorno touchscreen se accesa deslizando el dedo desde el borde derecho de la pantalla hacia el centro. El Charm Bar contiene algunas opciones de configuración únicas para cada aplicación en particular:

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Para cerrar esta parte, tambien es importante resaltar que las aplicaciones no-tradicionales tienen como prerequisito una resolución mínima (1024×768) para funcionar. Por lo tanto, aquellas computoras con una resolución menor (atención usuarios de netbooks y/o mini-laptops), recibirán un error como este cuando intenten ejecutar las aplicaciones diseñadas para Windows 8 y un entorno touchscreen:

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Conclusión

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Hacer un review de un sistema operativo es una labor que requiere mucho mas que un tour a través de los cambios a nivel visual. Sin embargo, considerando la condición beta de Windows 10, no tine mucho sentido seguir profundizando, puesto que muchas cosas podrían cambiar para cuando llegue la fecha del lanzamiento oficial. Eso sin mencionar los constantes errores a los que esta versión aún esta expuesta…

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Lo bueno, MS ha entendido que para competir en el mercado actual de computación portátil, hacía falta mucho mas que un producto prácticamente improvisado y con crisis de identidad (Windows 8). Windows 10 va por buen camino, asi que, cuando sea un producto terminado, el mejor aliado para su éxito será una efectiva estratégia de marketing.

Lo malo, Windows sigue siendo una plataforma atada a un árbol genealógico en el que los dedos solo se usaban para controlar el teclado y el mouse. Y durante los años venideros eso seguirá siendo asi, porque con un cambio radical que implique la adopción absoluta de una interfaz orientada a pantallas táctiles, se corre el peligro de perder (o al menos alienar) a los clientes que mas aportan al bolsillo de Microsoft: los corporativos.

Lo feo, Google se está preparando para dominar el mundo de las laptops con las Chromebooks, que si bien son dispostivos de baja potencia, y que estan amarrados 100% a una conección a Internet, ya se estan dando los pasos para reemplazar ChromeOS por Android, lo cual le dará un empuje vertical hacia arriba, igual al peso de los competidores que desaloje (saludos a Arquímedes). En ese escenario, el gran perdedor sería Microsoft.

Por Miguel "Miki" Rojas

Ingeniero en Electrónica pegado a Informático. Mantengo una relación íntima con la tecnología desde que las IBM XT eran una novedad. Programador por hobby, gamer por vocación, comediante por genética... y cada dia tratando de ser mas noble que una lechuga.