En el vasto universo en el que vivimos, todavía hay más preguntas que respuestas. Una de las más intrigantes es la existencia de la energía oscura, una fuerza invisible que representa aproximadamente el 68% del cosmos y que, según los científicos, está acelerando la expansión del universo.
¿Qué es la energía oscura?
La energía oscura no es una forma de energía como la electricidad o la luz. En realidad, no se sabe con certeza qué es. Se trata de un concepto propuesto por los astrónomos para explicar una observación sorprendente: el universo no solo se está expandiendo, sino que lo hace cada vez más rápido.

Este fenómeno fue descubierto a finales de los años 90, cuando dos equipos independientes de científicos observaron supernovas lejanas y notaron que su luz era más tenue de lo esperado. Esto implicaba que las galaxias se estaban alejando más rápido con el paso del tiempo, contradiciendo la creencia de que la gravedad debería estar frenando la expansión del universo.
La constante cosmológica
Albert Einstein fue el primero en introducir una idea parecida a la energía oscura, conocida como la constante cosmológica, en su teoría de la relatividad general. En su momento, la consideró su “mayor error”, pero hoy en día, los científicos han vuelto a considerar que podría tener razón.
La constante cosmológica describe una presión negativa del espacio vacío que actúa como una fuerza repulsiva, empujando las galaxias entre sí. Este modelo encaja bastante bien con las observaciones modernas.
¿Por qué es importante?
Entender la energía oscura es crucial para responder algunas de las preguntas más fundamentales de la cosmología:
- ¿Cuál será el destino final del universo?
- ¿Cómo surgió la energía oscura?
- ¿Está relacionada con la física cuántica o con dimensiones aún no descubiertas?
Además, el estudio de la energía oscura podría abrir puertas hacia nuevas teorías físicas que unifiquen la relatividad general con la mecánica cuántica, dos pilares fundamentales de la ciencia actual que aún no logran encajar del todo.
Lo que viene
En la actualidad, telescopios como el James Webb y futuras misiones como el Telescopio Espacial Euclides de la ESA buscan recopilar más datos sobre la energía oscura y su efecto sobre las estructuras del universo. Es un campo en constante evolución, donde cada descubrimiento puede cambiar nuestra comprensión del cosmos.
